Manila es la capital del país, está situada en la isla de Luzón y fue fundada en 1571 por el español Miguel López de Legazpi quien ya había fundado Cebú en 1565. Manila se convirtió en el centro administrativo y económico del Imperio Español en Asia. La huella española se palpa sobre todo en el barrio colonial de Intramuros.
ÍNDICE
- ¿Cuántos días dedicar a Manila?
- ¿Cómo moverse por Manila?
- ¿Dónde alojarte?
- ¿Dónde comer?
- ¿Dónde comprar?
- ¿Qué ver en Manila?
¿Cuántos días dedicar a Manila?
Te recomiendo que pases al menos 1 día completo visitándola, para lo que probablemente tendrás que hacer 2 noches. Aunque la ciudad no tiene fama de ser especialmente bonita, es la zona del país donde podrás visitar los lugares históricos que han marcado su historia y también la de España. En ella encontrarás vestigios de la época de ocupación española y podrás hacerte una idea de la importancia que tuvo. Un viaje a Filipinas no estará completo si no visitas la capital.
¿Cómo moverse por Manila?
Sin duda te aconsejo que te desplaces en taxi, los precios son baratos y no merece la pena estar perdiendo el tiempo en utilizar los medios de transporte, además, Manila tiene zonas que no son muy seguras, mejor ir a tiro hecho en un taxi o Grab que es una App tipo Uber que podrás pedir desde cualquier lugar de la ciudad.
¿Dónde alojarte?
Por el mismo motivo que he mencionado arriba, no todas las zonas de la ciudad sn seguras, por ello te recomiendo el área de Makati, muy bonita y segura.
¿Dónde comer?
- Bárbaras: en Intramuros, justo enfrente del monasterio de San Agustín, es un buen lugar para comer.
- Blackbird: en Makati
- Sala Bistro: Tiene terraza. A 10 minutos caminando del hotel o 4 minutos en coche. Cerca del parque Greenbelt y dentro del CC Greenbelt. Cena de los dos, unos 44€.
¿Dónde comprar?
- Green Hills Shopping Center: para compras de marca muy baratos e imitaciones. Taxi desde el hotel al Green Hills 200 Php (4€)
- Centro Comercial Glorietta
- Centro Comercial Greenbelt
¿Qué ver en Manila?
2 días en Manila
Día 1 – Llegada a Manila
Llegamos a Manila sobre las tres de la tarde y tomamos un taxi para ir al hotel que habíamos reservado, el Holiday Inn Makati donde íbamos a pasar las dos próximas noches. Nos costó 179€ en total, precio caro para Filipinas pero sabíamos que en Manila era mejor escoger un buen hotel en una buena zona. Tardamos una media hora en llegar y al hacerlo, nos sorprendió tanto el hotel como el barrio en el que se encuentra. Es lo mejor de Manila, rascacielos que te recuerdan Miami y muy buen ambiente.
El hotel en sí es muy bonito y moderno y mucho mejor que los hoteles de la misma cadena de otros países. Es curioso porque a pie de calle solo tiene el servicio de conserjes donde comprueban que tienes reserva, te recogen el equipaje y luego tienes que subir a la segunda planta que es donde se encuentra el lobby o recepción. Después de registrarnos subimos a nuestra habitación. Nos gustó mucho también, amplia y bien decorada. No le faltaba un detalle tenía albornoces, zapatillas, plancha, agua, te y café de cortesía y un minibar muy completo. El baño no era muy grande, pero era también muy completo y cómodo.
Después de abrir maletas y ducharnos salimos a comer algo. Este hotel tiene la ventaja de estar al lado de uno de los centros comerciales más grandes y modernos de Manila, el Glorietta e incluso tiene acceso directo a él sin tener que salir a la calle. De hecho, son varios centros comerciales unidos todos entre sí por pasillos internos. Allí comimos en un vietnamita, todo muy rico y muy bien de precio. Después de comer volvimos al hotel a descansar un poco y a eso de las siete de la tarde volvimos a salir. Estuvimos dando una vuelta por los centros comerciales viendo cosas y buscando un sitio para cambiar dinero. Tuvimos que preguntar, pero enseguida encontramos una casa de cambio que resultó ser el sitio donde nos hicieron el mejor cambio de todo el viaje. Estaba en uno de los accesos al parking. En Filipinas, como en otros países de Asia que hemos estado, no te cambian dinero en los bancos, solo en las casas de cambio. Pasamos un montón de tiempo en uno de los centros comerciales, en The Landmark, que tenía muy buenos precios e hicimos las primeras compras, aunque dejamos pendientes algunas para la vuelta porque no queríamos ir cargando durante todo el viaje. Cenamos en otro de los restaurantes del centro comercial, Italiannis, todo muy rico y entonces nos pareció barato, unos 30€ la cena de los dos, pero cuando regresamos el último día de viaje, ya ese precio nos parecía caro después de lo que habíamos pagado en el resto del país por comer y cenar. Para finalizar el día y aunque estábamos muy cansados después del largo viaje y la tarde de compras, tomamos una copa en la terraza que tiene el hotel en el tejado donde también está la piscina, el Roof bar. Terraza ambiente Chill out y precios europeos, a 9€ el gin tonic. Allí planificamos la excursión para el día siguiente.
Día 2 – Visita de la ciudad
Nos levantamos temprano y fuimos a desayunar a uno de los locales del centro comercial, un café francés que no nos gustó demasiado. Luego tomamos un taxi en la puerta del hotel y tras el regateo correspondiente, nos dirigimos a
Intramuros
Es el centro histórico y el corazón español de la ciudad con cierto aire habanero. Es muy agradable el paseo por sus calles empedradas y sus casas coloniales. Se llama Intramuros porque está dentro de lo que era la muralla y allí fue donde estuvo la capital de la colonia española. La zona no es muy grande y se puede recorrer en 2 horas. Si no quieres hacerlo caminando, hay trycicles o calesas que te harán recorridos guiados.
Le pedimos al taxista que nos dejara en la iglesia de San Agustín para desde allí empezar el recorrido por Intramuros.
El primer sitio que visitamos fue el Monasterio de los Agustinos.
Iglesia y Monasterio de los Agustinos
Se comienza visitando el monasterio. Allí, a través de pinturas y sus correspondientes explicaciones nos empapamos bien de historia y del paso de más de tres siglos de los españoles por el país.
Todo está narrado a través de pinturas y mapas, desde el descubrimiento de las islas por Magallanes, que tardó en llegar 6 meses, pasando por los posteriores viajes por diferentes rutas que cada vez hacían el viaje más corto llegando a tardar solo 40 días.
Allí se firmó la rendición española a Estados Unidos en 1898.
La entrada cuesta 200Php, unos 4€ y desde luego, merece la pena pagarlos.
El claustro es muy bonito y la iglesia adyacente a él, iglesia de San Agustín, es preciosa, es la más antigua de Filipinas, se terminó en 1607. Está declarada Monumento Histórico y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993.
Se puede apreciar que al monasterio le falta una de sus torres, esto se debe a que fue destruida y nunca la reconstruyeron.
También hay una imagen del Santo Niño de Cebú, que fue un regalo de Fernando de Magallanes al Rajá de Cebú y esposa en 1521, cuando se convirtieron al cristianismo, convirtiéndose la imagen, desde ese momento, en el símbolo de la evangelización filipina.
Allí está enterrado el conquistador español Miguel López de Legazpi que fue el fundador de Manila.
En la Segunda Guerra Mundial, durante la ocupación japonesa, la iglesia fue utilizada como campo de concentración para prisioneros. Muchos de ellos fueron asesinados por los japoneses y enterrados en el interior del templo.
Casa Manila
Se encuentra situada frente al monasterio. Construida por Imelda Marcos en la década de 1980, está inspirada en los edificios coloniales de la época española. Es una réplica de la Casa de San Nicolás, de 1850 y nos da una idea de cómo era Manila a finales del siglo XIX. Los muebles y elementos decorativos se adquirían en China y Europa y se decoraban con gran lujo. La entrada cuesta Php 75.
En Casa Manila se encuentra el restaurante Barbara’s, habíamos leído buenas opiniones, así que decidimos comer allí, en el patio, donde el ambiente es realmente encantador y romántico. La comida estuvo muy rica y muy bien de precio. Nos llamó la atención que la cerveza que nos sirvieron fue San Miguel.
Después, bajando por la calle donde está la iglesia, llegamos a la plaza Roma, que es donde está la catedral.
Catedral de Manila
Catedral Basílica Metropolitana de la Inmaculada Concepción de Manila, está dedicada a la Inmaculada Concepción porque es la patrona de Filipinas.
La primera y humilde iglesia se construyó en 1581 y desde entonces, la catedral ha sido reconstruida 7 veces nada menos, porque fue destruida otras tantas por incendios, tifones y terremotos. El edificio actual se terminó en 1958. El interior es mucho más simple que el de la Iglesia de San Agustín.
Palacio del Gobernador
En la plaza Roma, a la izquierda de la Catedral está el Palacio del Gobernador. Se construyó en 1976 y alberga la Administración de Intramuros y la Comisión Electoral entre otros. En el lugar que ocupa el edificio era donde se encontraba la residencia del gobernador general en la época colonial española, de ahí su nombre, pero fue destruido por un terremoto en 1863 y el gobernador tuvo que trasladarse al Palacio de Malacañang, actual residencia del presidente de Filipinas.
Después continuamos bajando por la calle General Luna hasta llegar al Fuerte Santiago.
Fuerte Santiago
Es una de las fortificaciones más antiguas de Manila. La construyó el español Miguel López de Legazpi en 1571 en el lugar donde estaba el asentamiento nativo de Raja Soliman. El primer fuerte era una estructura empalizada de troncos y tierra y fue destruido en el ataque de Limahong en 1574. Después se construyó un fuerte de piedra entre 1589 y 1592 que se dañó en el terremoto de 1645, pero fue reconstruido y se convirtió en el cuartel general del ejército de ocupación británico. También fue el antiguo cuartel general de la División Filipina del Ejército de los Estados Unidos y fue ocupado en 1942 por el ejército japonés. Tanto civiles como guerrilleros fueron encarcelados, torturados y ejecutados allí. Fue destruido en la Batalla de Manila en 1945. Después fue usado como depósito del cuerpo de transporte de EEUU antes de devolverlo al gobierno de Filipinas en 1946. En 1950 fue declarado Santuario de la Libertad y su restauración y mantenimiento comenzó en 1951 por el Comité de Desarrollo del Parque Nacional. En 1992 la gestión del fuerte se devolvió a la Administración de Intramuros.
En este fuerte estuvo encarcelado José Rizal, héroe filipino, hasta su ejecución en 1896.
De allí y desde la Catedral salen las calesas en las que se puede recorrer Intramuros.
Río Pasig
Nos asomamos a la parte posterior de Fort Santiago para ver el río Pasig. Este nace en la Laguna de Bay (el lago más grande de Filipinas), recorre 25kms y desemboca en la Bahía de Manila, dividiendo en dos la capital. Fue la vía de transporte principal, en torno a la cual se desarrollaba la actividad económica y también fue una de las vías más importantes para comerciar con los productos de todo el mundo que llegaban a bordo del Galeón de Manila, que era el nombre con el que se conocía a la nave que cruzaba el océano Pacífico una o dos veces por año entre Manila y los puertos de Nueva España, en América, como Acapulco, Bahía de Banderas, San Blas y Cabo San Lucas en la Baja California.
Nada más salir de Intramuros, caminando por Bonifacio Dr. llegamos al Parque Rizal.
Parque Rizal
Se llama Parque Rizal en honor a José Rizal, del que os hablé anteriormente, que fue el héroe de la Revolución Filipina. A este parque se le conoce también como Luneta y está ubicado en la parte norte del Bulevar Roxas, cerca dela Bahía de Manila. Es un lugar histórico porque en él sucedieron algunos de los acontecimientos más importantes del país, como la ejecución de José Rizal y la Declaración de la Independencia del país en 1946. Lo más importante del parque es el Monumento a Rizal, de 1913, en cuyo pedestal se haya enterrado el héroe y aproximadamente a 100m del monumento se halla el lugar donde fue ejecutado. Alrededor del mausoleo se encuentran los Kabalyeros de Rizal , que son soldados centinelas que siguen un ritual de vigilancia del lugar.
En el parque también hay bonitos jardines como el Jardín Japonés y el Jardín Chino, además del Museo Nacional de Antropología y el Museo de Historia Natural. Actualmente el parque es lugar de reunión para los manileños que se reúnen los domingos y festivos para hacer sus picnics. También es aquí donde está el kilómetro 0 del país.
De allí nos vamos caminando por el Roxas Boulevard hasta la Bahía de Manila o Baywalk porque habíamos leído que era muy bonito ver el atardecer desde allí.
Bahía de Manila
Se trata de uno de los mejores puertos naturales del mundo. En la entrada de la bahía hay varias islitas, entre ellas Corregidor, que es la más grande y la más conocida. Fue escenario de una gran batalla conocida como batalla de Cavite entre las fuerzas navales estadounidenses y españolas en 1898 durante la guerra entre los dos países. Afortunadamente, en la actualidad es un lugar mucho más amigable donde por las tardes, especialmente durante la puesta de sol se reúnen turistas y locales para contemplar el precioso espectáculo.
De allí nos fuimos de compras a Greenhills Shopping Center, tuvimos que ir en taxi porque está lejos, a unos 14 kms. El centro comercial es una especie de mercado rústico con varias plantas en la que puedes encontrar de todo, especialmente imitaciones de todo tipo de ropa, relojes, zapatillas, de todo …
Después de las compras, volvimos al hotel para arreglarnos y fuimos a cenar al restaurante Blackbird, en Makati, a unos 10 minutos caminando desde el hotel. Cenamos en la terraza, nos gustó mucho tanto la decoración, como la comida y no nos resultó nada caro.
Día 3- Visita de la ciudad y vuelo a Bohol
Teníamos unas horas antes de tomar el vuelo a nuestro siguiente destino, la isla de Bohol así que aprovechamos para dar una vuelta por Makati.
Avenida Ayala – Makati
Makati es el distrito financiero de Manila donde además de edificios de oficinas y viviendas de lujo, hay centros comerciales muy modernos, como Glorietta, que es el que está al lado de nuestro hotel y Greenbelt, en los que hay tiendas, restaurantes, cines, etc. Muy cerca está el Ayala Triangle, un parque muy agradable con cafeterías y restaurantes con terracitas desde los que contemplar los altos rascacielos.
Hicimos las últimas compras en la capital, porque al regreso ya iríamos directos al aeropuerto, volvimos al hotel, recogimos el equipaje y salimos hacia el aeropuerto en un taxi. Por cierto, comentaros algo que nos llamó la atención, el botones del hotel le dijo al conductor del taxi dónde íbamos y apuntó la matrícula, una medida de seguridad que me parece muy acertada.
Empieza la aventura, nos vamos a Bohol!
Espero haberte ayudado a preparar tu visita a Manila, si es así o tienes alguna duda, déjame tu comentario. Muchas gracias por tu visita.