El nombre original de Guatemala era Quiché, que en la lengua nativa significaba «muchos árboles». Cuando el conquistador Pedro de Alvarado acompañado de los tlaxcaltecas que le acompañaban llegó a esta importante nación, tras conquistarla tradujo el nombre al idioma náhuatl (lengua azteca hablada en México), llamándola Quauhtlemallan que posteriormente derivaría a Guatemala. Según he leído, en una carta de Pedro de Alvarado a Hernán Cortés, fechada el 28 de julio de 1524, ya se refiere al país como Guatemala. Del significado «muchos árboles» se cree que proviene el hecho de que a Guatemala se la conozca como «el país de la eterna primavera»

LO QUE DEBES SABER SOBRE GUATEMALA

  • CAPITAL: Ciudad de Guatemala
  • IDIOMAS: español, 21 idiomas mayas, xinca y una lengua arahuaca, el garífuna.
  • RELIGIÓN: Es un estado laico aunque predomina el cristianismo (católicos y protestantes) y una minoría de religiones étnicas y espiritistas.
  • MONEDA: Quetzal (Gtq) $1 –>8Gtq 1€ –>9Gtq
  • ELECTRICIDAD: Suele ir a 220V (a veces 110V) y enchufes de dos patillas planas.
  • COMUNICACIÓN: es muy aconsejable comprar una tarjeta SIM local.

PREPARANDO EL VIAJE

REQUISITOS DE ENTRADA AL PAÍS (PARA COMUNIDAD EUROPEA)
  • Pasaporte con validez mínima de 6 meses.
  • NO se necesita visado si viajas como turista con una permanencia máxima de 90 días.
  • Billete de salida del país
  • VACUNAS: NO es necesaria ninguna vacuna específica, pero para viajar por el mundo siempre es conveniente tener puestas las vacunas contra la difteria, tétanos y hepatitis A y B.
  • Cuál es la mejor época para viajar a Guatemala? la mejor época es de diciembre a abril. La estación lluviosa es de mayo a noviembre y en octubre hay más riesgo de huracanes y ciclones.

QUÉ METER EN LA MALETA?

  • Repelente de mosquitos
  • Ropa ligera y algo de abrigo, chaqueta o jersey
  • Chubasquero o paraguas
  • Protector solar alto
  • Sombrero o gorra
  • Gafas de sol
  • Todos nuestros dispositivos electrónicos
  • Cámara y cámara tipo Go Pro, muy útil si buceas
  • Mini botiquín y medicamentos básicos
  • Si algo se olvida no hay problema, hay supermercados, farmacias, etc

ITINERARIO:

Aquí os dejo el diario de viaje para que podáis haceros a la idea de cómo distribuir los días y lo que da tiempo de ver en cada uno así como los traslados entre un lugar y otro.

Diario de viaje (9 días)

Día 1: MAD/GUA/ANTIGUA

Salimos a las 12:35 de Madrid en vuelo directo de Iberia hacia Guatemala, las 11h de viaje se nos hicieron amenas viendo películas y jugando en las pantallas privadas que lleva cada asiento. A las 15:50 con puntualidad suiza, aterrizamos en el aeropuerto La Aurora, Guatemala. Tras unos sencillos trámites de inmigración (los españoles no necesitamos visado), recogimos las maletas y salimos al encuentro del conductor que habíamos contratado tanto para el traslado de ese día a Antigua, como para el traslado posterior a Chichicastenango y Puerto Barrios. Enseguida vimos a Byron, vestido con traje típico y portando un cartelito con mi nombre. Cargamos el equipaje en su mini van y salimos hacia Antigua. Nos dijo que al ser hora punta íbamos a tardar un poco más en llegar y así fue, tardamos aproximadamente 1.30h en recorrer 34 kilómetros.

En el camino Byron nos propuso hacer una excursión al día siguiente por varios pueblecitos cercanos a Antigua, lo dudamos porque solo teníamos 1 día completo para ver la ciudad, pero al final decidimos que sí, que como duraba unas 3 horas, la haríamos a primera hora y luego dedicaríamos el resto del día a Antigua. Nos costó $50, pero no nos pareció caro dado que era un tour privado.

ANTIGUA

El nombre oficial de Antigua, es Santiago de los Caballeros, pero antes hubo otras dos ciudades llamadas así. La historia es curiosa, el 25 de julio de 1524, Pedro de Alvarado, teniente gobernador de Hernán Cortés, fundó la ciudad de Santiago de los Caballeros en las proximidades de Iximché. Posteriormente y debido a las insurrecciones, tuvieron que trasladarse a otro lugar que cumpliera los requerimientos necesarios para su defensa. En 1527 se constituye la segunda Santiago de los Caballeros en el Valle de Almolonga, pero en 1541 una avalancha de agua, lodo, árboles y piedras procedentes de la ladera del volcán Junajpú (que por este hecho pasó a llamarse Volcán de Agua) destruye la ciudad. Después de considerarse varios emplazamientos, a finales de ese año se elige el Valle de Panchoy para fundar la que sería la tercera Santiago de los Caballeros y la actual Antigua, llamada así popularmente por ser la antigua capital de Guatemala. Ostentó la capitalidad del país hasta el año 1776 ya que debido a que fue parcialmente destruida por los terremotos de Santa Marta, se decidió trasladar la capital a la ciudad de Nueva Guatemala de la Asunción, a tan solo 40 kms de distancia. Por su arquitectura barroca española y el gran número de ruinas de iglesias católicas, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979. Antigua se encuentra rodeada de volcanes, el Volcán de Fuego, el Volcán de Agua, y Volcán Acastenango. Goza de un clima templado con una temperatura media de 23ºC de máxima y 14ºC de mínima.

Nada más entrar en Antigua, nos enamoramos ya de ella, tiene un encanto muy especial. Habíamos reservado el Hotel Mesón de María (2n Habitación doble superior 119€). Habíamos leído muy buenas opiniones de este hotel y no nos defraudó en absoluto. Es una antigua casa colonial con muchísimo encanto y muy bien situada cerca de lo más importante. Entrada muy acogedora y buen recibimiento por parte del empleado que estaba en recepción que nos dio todo tipo de explicaciones. Nos dio la llave de la habitación y otro chico nos acompañó para ayudarnos con las maletas. Para llegar hasta ella, atravesamos un bonito patio y un pasillo muy bien decorado. La habitación estaba en la planta baja y no nos gustó mucho porque era muy pequeña y oscura, al decírselo, el chico llamó a recepción y enseguida nos enseñaron otra habitación en el piso superior más amplia y el baño tenía un gran tragaluz por donde entraba luz natural. Nos quedamos con ella sin pensarlo dos veces. Estaba muy bien decorada con muebles de época bien conservados. El hotel está muy bien ubicado y sin duda lo recomiendo. Nos dimos una ducha y fuimos a dar una vuelta.

Hotel Mesón de María, Antigua (Guatemala)

Al pasar por un centro de masajes, me llamó la atención uno en especial, el que se llamaba “Sobado Maya”, jajaja, y decidimos que si al día siguiente nos daba tiempo iríamos a que nos dieran un sobado de esos, jajaja. Llegamos a la Plaza Central y buscamos un cajero automático porque estábamos sin un quetzal. En la plaza hay varios bancos para cambiar y cajeros automáticos, sacamos de uno de ellos, la cantidad máxima que daba eran 2000Q, unos 230€. Aunque llevamos efectivo para poder cambiar si era necesario, antes de salir contraté en mi banco una tarjeta prepago e ingresé dinero para poder sacar con ella en los cajeros automáticos porque pensamos que merece más la pena que cambiar. Lo de la tarjeta prepago es para que, si te la roban o clonan, solo puedan disponer del saldo que tú has puesto, es una medida de seguridad para no usar la de tu cuenta corriente. En la Plaza Central hay varios bancos para cambiar y varios cajeros automáticos, pero en otros, daban solo 2000Q como máximo.

Con dinerito fresco, fuimos a cenar al restaurante que esta justo enfrente del hotel “La Fonda de la Calle Real”, nos gustó mucho todo, la decoración muy típica, el ambiente, la comida y el precio. Allí probamos por primera vez la cerveza local, “Gallo”, muy rica y que se convertiría en el acompañamiento de todas nuestras comidas durante nuestra estancia en Guatemala. El restaurante está abierto hasta las 22:00h y luego nos enteramos de que es de los mismos dueños que el hotel.

Al salir de cenar coincidimos en la puerta con un grupo de españoles que ya llevaban unos días por Guatemala y compartimos impresiones. Después compramos en una tiendecita que había al lado unas tónicas para hacernos nuestros gin tonics y saborearlos tranquilamente sentados en la terraza de la azotea del hotel.

Patio central y azotea

Día 2SAN JUAN DEL OBISPO – SAN PEDRO DE LAS HUERTAS – ANTIGUA

Nos levantamos temprano porque habíamos quedado con Byron a las 8. Desayunamos en el patio del hotel, como había llovido, habían colocado las mesas en los soportales laterales. El desayuno no estaba mal, pero lo mejor era el entorno, el patio lleno de plantas y flores.

A las 8 en punto vino Byron a recogernos e iniciamos nuestra excursión. El primer lugar que visitamos fue la Iglesia de San Francisco el Grande. La primera iglesia se construyó a mediados del siglo XVI, pero fue derruida y reconstruida varias veces por terremotos. La que vemos actualmente es el resultado de la reconstrucción llevada a cabo en la segunda mitad del siglo XX. Esta iglesia es muy conocida sobre todo porque en ella se encuentra el sepulcro de Pedro de San José de Betancur, más conocido como el Santo Hermano Pedro.

El Hermano Pedro nació en Vilaflor, Tenerife en 1626. Fue pastor hasta que a los 23 años se embarcó hacia América. Pasando por Cuba y Honduras llegó finalmente a Guatemala donde realizó una incansable labor de ayuda a los necesitados y fundó la Orden religiosa de los Betlemitas para ayudar a los más pobres. Es considerado el primer alfabetizador de América y el evangelizador de Guatemala. Falleció en 1667 an Antigua Guatemala sin haber podido regresar a su tierra natal como era su deseo. Fue enterrado en la Iglesia de San Francisco en Antigua, donde aún permanecen sus restos y donde acuden muchos fieles, por este motivo la iglesia fue considerada Santuario desde el 2003. Fue beatificado en 1980 en la Basílica de San Pedro del Vaticano y canonizado en 2002 por el papa Juan Pablo II en Guatemala. El día que le hicieron Santo, en señal de júbilo, repicó la campana que Granadilla (Tenerife) había donado a la iglesia de San Pedro Apóstol para conmemorar la canonización. En Vilaflor, al sur de Tenerife, su pueblo natal, se encuentra otro santuario dedicado al santo, justo donde estaba su casa natal y en Granadilla está la Cueva del Hermano Pedro que utilizaba para resguardar su rebaño y para esconderse de los piratas que en aquellos días atacaban las Islas Canarias. El Santo Hermano Pedro es el primer santo canario y también se le considerada el primer santo de Guatemala y Centroamérica y es considerado popularmente compatrono de Canarias y Guatemala.

IGLESIA SAN FRANCISCO EL GRANDE / SEPULCRO DEL HERMANO PEDRO

A cinco minutos caminando encontramos la Iglesia Escuela de Cristo, fundada en 1664 sobre la Ermita de la Vera Cruz. Sufrió varios destrozos por los distintos terremotos, pero actualmente está en buen estado y abierta al público. A diferencia del resto de las construcciones de la ciudad colonial, esta es mucho más austera y sencilla, solo destacan sus dos torres blancas. En 1667 albergó el velatorio del Santo Hermano Pedro, vinculado estrechamente a este lugar.

IGLESIA ESCUELA DE CRISTO

A 2 minutos encontramos la Iglesia y el convento de Belén. El Hermano Pedro fundó en 1665 el hospital de Belén para atender a los enfermos pobres que fue destruido en el terremoto de 1773, actualmente está en ruinas y solo se ha reconstruido la iglesia y el convento. La iglesia presenta una fachada colorida con representaciones del nacimiento de Jesús. En frente está la estatua del Santo Hermano Pedro que vivió y murió en esa calle.

IGLESIA DE BELÉN Y ESTATUA DEL SANTO HERMANO PEDRO

El siguiente sitio que visitamos fue la Ermita del Santo Calvario, donde está la Iglesia fundada por el Santo Hermano Pedro y que sobrevivió a los terremotos de Santa Marta de 1773. Es de arquitectura original porque tiene un triple pórtico y sigue el modelo mexicano del barroco tardío.

ERMITA DEL SANTO CALVARIO, ANTIGUA GUATEMALA

En frente está el Árbol y la estatua del Hermano Pedro, que cuando llegó desde Tenerife (Islas Canarias, España), trajo consigo las semillas de este árbol de Esquisúchil, árbol de flores aromáticas al que se le atribuyen propiedades curativas.

Desgraciadamente este árbol fue derribado por un vendaval en mayo de 2020, pero afortunadamente está retoñando.

El siguiente pueblo en el que paramos fue San Juan del Obispo y allí visitamos primero una fábrica de cacao o mejor dicho de chocolate, muy artesana. No pudimos ver cómo lo hacían porque ese día no trabajaban, pero el señor que nos recibió en la tienda nos explicó el proceso. Compramos cacao puro, sin leche ni azúcar, en tableta para hacer a la taza, (por cierto, allí lo suelen hacer con agua, no con leche como nosotros), virutas y té de cacao, todo a muy buen precio. Luego visitamos una fábrica de vino de níspero, que es lo típico del pueblo y lo probamos.

FÁBRICA DE CHOCOLATE Y FÁBRICA DE VINO DE NÍSPERO (SAN JUAN DEL OBISPO)

Después visitamos San Pedro de las Huertas, a solo 10 minutos. Es un pueblo con mucho encanto y famoso por ser donde se trabaja el jade.  Estuvimos dando una vuelta por la Plaza que tiene una iglesia muy bonita, la Iglesia San Pedro, construida en 1672 de estilo barroco.  En frente hay otra estatua del Hermano Pedro bajo un árbol esquisúchil retoño del plantado por él en El Calvario.

En la misma plaza están los lavaderos, un sitio muy curioso donde aún van las mujeres a lavar la ropa.

Después, callejeando, llegamos a una fábrica de jade. Pudimos ver las rocas de las que se extrae que, según nos contaron, se encuentran en las montañas de Guatemala y todo el proceso hasta llegar a formar las joyas y figuras que allí se venden.

Luego continuamos y en 10 minutos llegamos a Ciudad Vieja que fue la primera capital del país, anterior a Antigua y donde visitamos la primera Catedral de Guatemala construida en 1534.

CIUDAD VIEJA

Finca Valhalla, está a 4kms de Ciudad Vieja, un poquito antes de llegar a San Miguel Dueñas. Es una finca ecológica donde se cultivan las nueces de Macadamia. Sus propietarios, una pareja norteamericana, dejaron su California natal para dedicarse al cultivo de las nueces de Macadamia con las que elaboran cosméticos, harina, mantequilla… Me gustó especialmente el aceite extraído de las nueces con el que te dan, si quieres, un masaje facial, porque por lo visto es buenísimo, tanto que famosas marcas de cosméticos han ido hasta la finca para interesarse por él. Nos enseñaron el proceso de elaboración y luego probamos sus famosos panqueques con arándanos, elaborados con harina y mantequilla de las nueces que estaban realmente deliciosos. (1 ración de panqueques y zumo de mango 104Gtq 11€) Compramos: Aceite pequeño (11€) y paquete de nueces (28Gtq 3€) Si llego a saber lo buenísimo que era el aceite hubiera comprado más, lo recomiendo totalmente.

VALHALLA MACADAMIA FARM

Volvimos a Antigua para visitar el Cerro de la Cruz, un mirador desde donde se tienen unas vistas espectaculares de Antigua.

CERRO DE LA CRUZ, ANTIGUA GUATEMALA

Byron nos bajó hasta la ciudad, le pedimos que nos dejase en el restaurante “La Cuevita de los Urquizú”, del que habíamos leído muy buenas opiniones. Los platos están en ollas a la entrada y tienen precio fijo. Eliges antes de sentarte y luego te lo llevan a la mesa. Comimos potaje de garbanzos con dos acompañamientos y ceviche. Cada plato 80Gtq (9€) y 2 cervezas Gallo 25Gtq (2.70€) cada una.

Y ahora sí, vamos a visitar Antigua que bajo mi punto de vista, es la ciudad más bonita de Guatemala, tiene algo especial, algo mágico.

A 5 minutos caminando desde el restaurante, encontramos el Parque Central o Plaza Mayor, una plaza llena de vida donde se concentran bancos, restaurantes, tiendas y también buena parte de los monumentos más significativos de Antigua como son:

  • La Catedral de San José, de 1680, fue construida y reconstruida varias veces debido a los destrozos que sufrió por los terremotos. Detrás están las ruinas de la primera catedral (1545) que albergó los restos del conquistador Pedro de Alvarado.
  • El Palacio de los Capitanes Generales, un palacio colonial construido en 1549 que fue residencia del Capitán General del Reino de Guatemala en la época colonial y posteriormente sede del gobierno de toda Centroamérica. Su fachada destaca por sus 54 arcos distribuidos en 2 plantas. Actualmente en él se encuentra la Oficina de Turismo, el Museo de Santiago de los Caballeros, la Policía Nacional y la Gobernación Departamental.
  • El Palacio del Ayuntamiento, su fachada tiene también una doble arquería. Se puede subir a la primera planta para tener unas preciosas vistas del Parque Central y el volcán de Agua detrás. En la planta baja se encuentra también el Museo del Libro Antiguo.
  • Fuente de las Sirenas, construida en 1737 por Diego de Porres, el arquitecto más destacado de la época. La fuente está presidida por cuatro doncellas de cuyos pechos brota el agua y cuentan que la inspiración para hacer esta fuente vino de la historia del Conde de la Gomera cuyas hijas no quisieron amamantar a sus vástagos y como castigo, su padre las ató a un tronco y las dejó morir de hambre y de sed. Hoy en día es uno de los principales puntos de reunión de la ciudad.

Junto al Palacio de los Capitanes Generales había un mercadillo de artesanía en el que artesanos venidos de varios puntos de Guatemala exponían sus productos hechos a mano y a buen precio.

A poca distancia encontramos la Iglesia del Carmen, de la que a causa de los terremotos prácticamente solo queda su pórtico de estilo barroco, pero aún así, resulta muy bonita y se intuye que debió de ser una de las más importantes iglesias de la ciudad. Delante de ella, se instala un mercadillo de artesanías «El Carmen»

Después seguimos hacia el Arco de Santa Catalina que está a solo 5 minutos caminando. Este arco del siglo XVII es el símbolo de la ciudad, de hecho es la foto más típica que podemos traernos de recuerdo de Antigua. Parece ser que se construyó para unir las dos alas del Convento de Santa Catalina de monjas de clausura, así podían pasar de un ala a otra sin ser vistas. La torre con el reloj se añadió cuando lo reconstruyeron tras los terremotos de 1773.

Justo detrás del Arco encontramos la Iglesia de la Merced, del siglo XVIII perfectamente conservada. Es de estilo ultra barroco guatemalteco y nos sorprendió que las dos torres son de poca altura. Merece mucho la pena verla. Detrás de ella está el convento del que destaca especialmente la fuente de su patio central.

De aquí continuamos al Mercado de Artesanías, que está a unos 10 minutos caminando. Llegamos ya tarde y como cierran a las 18.30, estaban cerrando muchas tiendas, así que tuvimos que verlo de prisa y corriendo, aún así, nos dio tiempo de hacer algunas compras.

Compras del día:

  • Angelito para colgar en el árbol de Navidad hecho con hojas de mazorca de maíz en el mercadillo del Parque Central
  • Belén hecho a mano con figuras de barro vestidas con trajes típicos, 40 Gtq (casi 5€) en el mercado junto a la Iglesia del Carmen
  • Pashmina bonita y de buena calidad comprada a vendedora en el Parque Central, 45 Gtq (algo más de 5€)
  • Máscara maya de colgar en la pared 30 Gtq (3.5€) y un Imán 10 Gtq (1€) en el Mercado de Artesanías.

Volvimos al hotel, ducha y cena en el restaurante El Refectorio del Hotel Boutique El Convento, ubicado en el que fuera el Convento de Santo Domingo. Aunque está en la misma calle que nuestro hotel, está en la otra punta y como ese hotel es elegante y me apetecía ir arreglada y ponerme tacones fuimos en taxi para no tener que caminar por el empedrado porque con tacones es prácticamente imposible.

Al entrar nos sorprendió el ambiente monástico del hotel con velas por todas partes y figuras de santos. El restaurante estaba casi vacío. Los camareros no dieron un servicio acorde a un hotel de esa categoría y más teniendo en cuenta que solo tenían dos mesas que atender. Mientras veíamos la carta pedimos una cerveza Gallo y nos trajeron con ella un aperitivo y pan (duro como una piedra)

Cena: una entrada para compartir, 1 solomillo, 1 róbalo plancha, 2 cervezas de barril y 1/2 botella vino de Trapiche Malbec, argentino, 70 €. Hay sitios mejores, no nos gustó mucho sobre todo por el servicio, quizá tenían un mal día, porque tenía buenas opiniones, pero en cualquier caso merece la pena visitar el hotel.

Este hotel ocupa parte de las ruinas del que fue el Convento de Santo Domingo, fundado por los padres dominicos en en 1551. Por lo visto el convento era muy suntuoso, con una grandiosa iglesia muy adornada y dicen que pudo estar entre los monumentos más importantes de Europa y América. Lástima que, a pesar de los buenos materiales con los que se construyó, fuera demolido por los terremotos de Santa Marta en 1773. Debido a los destrozos y al traslado de la capital a la Ciudad de Guatemala, el edificio fue abandonado. Posteriormente se fueron restaurando zonas que sirvieron para diferentes propósitos, hasta que a finales del siglo XX fue vendido a una empresa privada y transformado en hotel, el Hotel Museo Casa Santo Domingo.

A las 22.00h ya casi no quedaban bares abiertos, así que compramos una tónica en una tiendecita frente al hotel, la añadimos nuestra Befeeter y nos tomamos nuestros gin tonics en la azotea del hotel disfrutando de la vista de dos de los volcanes que rodean Antigua. Vimos salir lava varias veces del volcán Fuego, esa lucecita roja que se ve en la foto. Antigua tiene vistas a tres volcanes Agua, Fuego y Acastenango.

Nos fuimos a dormir en seguida, al día siguiente nos teníamos que levantar pronto porque a las 7 nos recogía Byron para llevarnos a Chichicastenango.

Día 3 – ChichicastenangoLago Atitlán

Algo más de 100 kms y casi 2h30 nos costó llegar.

CHICHICASTENANGO

Pertenece al departamento de Quiché y es más conocido como «Chichi» por los lugareños. Su nombre viene del náhuatl y significa «sobre ortigas». Aquí fue donde se encontró el Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas que recoge el origen de la humanidad. Lo más famoso de este lugar es su mercado que se celebra todos los jueves y domingos y no nos lo queríamos perder.

El mercado es una explosión de colores, olores, voces, gente, bullicio que refleja la esencia rural guatemalteca. Los artesanos y vendedores se reúnen allí para ofrecer sus mercancías, desde frutas y verduras hasta artículos textiles hechos con coloridos huipiles (telas bordadas a mano) con las que fabrican vestidos, bolsos, monederos, manteles y todo lo os podáis imaginar.

Los huipiles son el resultado de muchas horas de trabajo y sus diseños no son fruto del azar, sino que están relacionados con la forma de ver el mundo por los diferentes grupos étnicos y han pasado a ser distintivos de cada región, de hecho se puede saber de qué zona es una persona solamente por el huipil que viste. El arte del huipil refleja la historia de los pueblos indígenas y se ha transmitido durante generaciones. En el mercado podemos encontrar también todo tipo de artesanías, como máscaras mayas, artículos de cuero como cinturones, carteras … y un sin fin de recuerdos y souvenirs que traernos a casa.

Además, Chichi destaca por mantener vivas las tradiciones y ceremonias mayas.

Al salir del mercado y en un alto dominando toda la plaza del mercado, encontramos la blanca fachada de la Iglesia de Santo Tomás, que fue fundada por españoles en 1540 y construida sobre lo que fue un templo maya, por ello es un lugar sagrado tanto para los católicos como para los mayas. Es la representación perfecta del sincretismo religioso, es decir, la convivencia de diferentes culturas o religiones vinculadas por algún elemento común. En este caso porque la iglesia se encuentra donde hubo un templo maya y porque en ella se encontró el Popol Vuh, el libro sagrado maya. En su interior hay altares mayas y católicos. En su escalinata plagada de gente, vimos tanto vendedoras de flores como mayas quemando incienso y realizando sus ritos, por ello, casi siempre se ve humo en su entrada.

Al otro lado de la plaza, frente a la iglesia de Santo Tomás, se encuentra la Capilla del Calvario, de fachada tan blanca como la anterior, pero más pequeña y mucho menos concurrida. Es de estilo colonial y fue construida a finales del siglo XIX. En su escalinata se reúnen también mayas realizando sus ritos y penitentes. Se la llama la iglesia de la muerte porque allí es donde se hacen ofrendas y se reza por los familiares o conocidos fallecidos.

Detrás del cementerio, que también es digno de ver, se encuentra la Plaza Ceremonial Oxlajuj Baq´tun, lugar sagrado muy importante para los mayas porque se hizo con motivo del 13 Baktun (21 de diciembre de 2012), fecha en la que según el calendario maya, se acababa el mundo, no en sentido literal, si no que era el fin de una era maya y el comienzo de la siguiente.

En esta plaza hay diferentes esculturas y cuatro estelas en representación de los puntos cardinales. Aquí se hacen ofrendas para las que se utilizan velas, incienso y pétalos. La entrada es libre.

De allí nos fuimos a Panajachel que está a 1h30, para ver el lago Atitlán

LAGO ATITLÁN

Dicen que es el lago más bonito del mundo, así que si estás en Guatemala no te lo puedes perder. Es de origen volcánico, es decir, es el agua que rellena la caldera de un enorme volcán y es el más profundo de Centroamérica. Alrededor de él se encuentran los volcanes Atitlán, Tolimán y San Pedro que junto con el lago forman un paisaje espectacular. El lago Atitlán Tiene 18 kms de longitud y está a 1550 metros sobre el nivel el mar. Su nombre viene también del náhuatl y significa «entre las aguas». Una de las características de este lago es el Xocomil, un viento muy fuerte que se produce sobre todo a primera hora de la tarde, cuando las masas de aire cálido que vienen del sur, chocan con las de aire frio procedente del norte formando remolinos en el agua que producen fuertes olas capaces de hundir embarcaciones, por este motivo, los tours en barca terminan antes de esta hora.

Lo ideal para conocer el lago y sus pueblos es hacer 1 o 2 noches en Panajachel, la localidad más importante del lago y también la más animada.

San Francisco de Panajachel, popularmente conocido como Pana es una ciudad del departamento de Sololá ubicada a orillas del lago Atitlán con vistas espectaculares a los tres volcanes que rodean el lago. Por tener una buena infraestructura hotelera, es una base perfecta desde donde descubrir los pueblecitos que rodean el lago.

Nosotros reservamos en el hotel Posada de Don Rodrigo. Muy bonito, decorado estilo colonial. Tiene unos jardines preciosos y vistas al lago desde la habitación.

Salimos a dar una vuelta y justo al lado del hotel vimos el Museo Lacustre Atitlán. Nos llamó la atención un cartel con fotos que decía «Arqueología maya subacuática, Samabaj, una ciudad sumergida» No sabíamos nada acerca de esa ciudad sumergida, así que decidimos visitar el museo porque el tema nos atraía mucho. Y aquí os resumo la historia:

Atitlán es un lago mágico, hasta tal punto que bajo sus aguas se encuentra sumergida la ciudad sagrada maya de Samabaj. Fue descubierta por Roberto Samayoa, hombre de negocios que los fines de semana disfrutaba buceando en sus aguas. Un día de 1994 encontró una vasija y emocionado, continuó buceando todos los fines de semana encontrando más y más objetos. Comunicó el hallazgo al Instituto de Arqueología e Historia y registró el lugar con el nombre de Samabaj, una combinación de su apellido y abaj, que en maya significa «piedra de». A partir de ahí comenzó un proceso de investigación con científicos, arqueólogos y submarinistas de varias partes del mundo, que tras muchas dificultades, llegaron a la conclusión que Samabaj era un domo volcánico donde se desarrolló un asentamiento maya, una ciudad sagrada que podía ser la Atlántida maya que desapareció hace más de 2000 años por algún cataclismo natural que provocó que el nivel del agua del lago subiera 31 metros y la hundiera. El Popol Vuh (libro sagrado maya) hace referencia a una ciudad maya perdida, enterrada y los científicos piensan que se puede referir a la ciudad hundida de Samabaj. Los chamanes han pasado generación en generación la «leyenda» de que había un templo en el fondo del lago y este hallazgo demostraría que esa leyenda no es tal. Al principio se creyó que era una sola isla, pero luego encontraron indicios de que era un archipiélago formado por tres islas situadas al sur del lago. Creen que el volcán situado enfrente era la montaña sagrada que dirigía la orientación de los edificios de la isla, una plaza con un altar, una estela y unas estructuras circulares que podrían ser las saunas ceremoniales más antiguas del mundo maya. Se cree que este sitio era un lugar sagrado de peregrinación. Tres volcanes, tres islas, todo es simbología puesto que para el pueblo maya el número 3 se asocia con la creación del mundo. En el año 2013 el gobierno prohibió el buceo en el lago para evitar que este sitio arqueológico subacuático fuera dañado. Las piezas y objetos encontrados están expuestos en el Museo Lacustre Atitlán en Panajachel.

Las piezas y objetos encontrados bajo las aguas del lago están expuestos en el Museo Lacustre de Atitlán.

Hay un vídeo muy interesante de National Geographic donde explican muy bien todo sobre Samabaj.

Después de ver el atardecer sobre el lago pensando, inevitablemente, en Samabaj, fuimos a dar una vuelta por Panajachel.

La calle Santander es la más famosa y es donde se encuentran tiendas de artesanía, restaurantes, hoteles y agencias que te organizan la excursión por los pueblos del lago, así que la contratamos para el día siguiente.

Día 4: Pueblos del lago Atitlán (San Juan de la Laguna, San Pedro de la Laguna, Santiago Atitlán)

Son 12 los pueblos que están alrededor del lago, todos tienen dos características en común, una es que su nombre empieza por San o Santa y la otra es que todos conservan una férrea tradición maya. Guatemala, pero en particular, el lago Atitlán es uno de los mayores referentes de la cultura maya en el mundo. Tres son los idiomas mayas hablados en estos pueblos, kakchikel, quiché y tz’utujil además del español, claro. Vamos a visitar tres de estos pueblos.

Lago Atitlán, un remanso de paz «

La excursión comenzó a las 9 de la mañana, fuimos en un barco privado y duró alrededor de 4 horas. Puedes ir por tu cuenta en las lanchas colectivas que usan los lugareños para moverse por los pueblos del lago y que para extranjeros vale alrededor de 3€ el trayecto, pero nosotros preferimos hacerla con guía para no perder tiempo.

El primer pueblo que visitamos fue San Juan de la Laguna, sus habitantes pertenecen en su mayoría a la etnia tz’utujil conocida por seguir viviendo tradicionalmente en nuestros días. El pueblo es famoso por su tranquilidad y por sus telas teñidas a mano. Se puede visitar una de las asociaciones de mujeres que se dedican al teñido y ver cómo con semillas, hojas o raíces sacan toda una variedad de colores. Nos contaron que utilizan las hojas de Zacatintas y el árbol de Campeche para conseguir tonalidades dentro de los colores, consiguiendo tonos más claros o más oscuros, dependiendo de en qué fase de la luna realicen la cocción (muy curioso).

Nos llamó la atención los murales pintados a mano que decoran las fachadas de sus casas con motivos mayas. Se puede visitar un taller de cacao y otro de miel artesanal, pero como ya lo habíamos visto en otras zonas, no nos entretuvimos y seguimos al siguiente pueblo.

San Pedro de la Laguna

Fue fundado a mediados del siglo XVI por los franciscanos, pero se sabe que ya existía en el lugar un asentamiento de los mayas Tz’utujil. Es el sitio más popular para alojarse después de Panajachel. Dicen que hay mucho ambiente de fiesta, pero como no estuvimos por la noche no os puedo decir si es cierto. Detrás del pueblo está el impresionante volcán San Pedro que fue declarado Parque Nacional en 2006. Se puede subir hasta la cumbre, pero dicen que la subida es dura y se tarda de 4 a 5 horas. Es mejor ascender por la mañana temprano para evitar las nubes que cubren la cumbre por las tardes e impiden ver el lago.

Lo más llamativo del pueblo es su plaza, llamada Parque Puerta hermosa muy colorida y con una estatua enorme de San Pedro portando las llaves del cielo.

Iglesia San Pedro Apóstol, fue construida a mediados del siglo XVI. En 1824 fue totalmente destruida por un incendio, se reconstruyó y en 1902 quedó otra vez dañada por un terremoto.

Volvimos a la lancha y seguimos a nuestra siguiente parada

Santiago de Atitlán

Santiago es muy famoso por albergar la figura del Maximón, que representa al Rijlaj Mam un nahual (especie de brujo o ser sobrenatural) de los mayas tz’utujiles cuyo nombre significa «Gran Abuelo». Es una divinidad ancestral a la que se hace referencia en el Popol Vuh, donde se relata que cuando se creó el mundo, crearon también a los cuidadores de lo creado. Uno de estos cuidadores es Rijlaj Mam, a quien se le otorgó el don de mediar entre lo humano y lo divino por sus facultades de conocer el pasado, ver el presente y predecir el futuro. Maximón es venerado como guardián protector del pueblo tz’utujil. Según la tradición maya, vivía en Santiago Atitlán y actualmente se le traslada de una casa privada a otra una vez al año donde se le improvisa una capilla que es visitada por los creyentes que le llevan ofrendas como alcohol y tabaco y además dan una limosna a los dueños de la casa que cuidan la imagen. Se cree que tanto la forma de vestir al Maximón, como la costumbre de darle de beber y fumar viene de costumbres mayas prehispánicas ya que los grandes señores mayas también bebían y fumaban grandes puros. Cuando visites Santiago Atitlán tienes que enterarte previamente en qué casa está alojado en ese momento, si vas con guía no hay problema, él lo sabrá y si no, pregunta a los vecinos que sin duda te lo indicarán.

Después visitamos la Iglesia de Santiago Apóstol. Es de arquitectura colonial y además es la más antigua de Atitlán, se construyó en 1547. Al lado izquierdo de su entrada se encuentra el monasterio de los franciscanos. En su interior, hay una cruz de piedra de la época colonial y una cosa curiosa es que las imágenes están vestidas con trajes típicos de la etnia Tz’utujil. Aquí también se ha producido el sincretismo entre catolicismo y ritos mayas.

Regresamos a Panajachel, recogimos el equipaje y salimos de regreso a Antigua.

Los traslados privados con Byron durante 2 días: Antigua/Chichicastenango/Panajachel/Antigua nos costaron 1500Gtq los dos (unos 160€)

Día 5: Traslado a Livingston

A las 4 de la mañana nos recogió Byron para llevarnos hasta Puerto Barrios donde tomaríamos una lancha hacia nuestro siguiente destino, Livingston, la única zona caribeña de Guatemala. Nos dijo que saliendo pronto el viaje serían unas 5 horas per si salíamos a las 6 o las 7 serían 7 u 8 por el tráfico.

Al final salimos a las 04.30 y ya había bastante tráfico, pero no tardamos más de 1h en pasar Guatemala. En el hotel nos prepararon el desayuno para llevar, 1 sándwich mixto, chocolatina y 1 zumo que fuimos tomando por el camino. Luego, sobre las 07.30 paramos a tomar un desayuno caliente con huevos fritos. Un poco más adelante pasamos por la fábrica del famoso ron Zacapa. Sobre las 10 llegamos al sitio arqueológico de Quiriguá, entradas 80Gtq (9€) por persona. Merece la pena la visita si te pilla de paso. Se tarda unos 30 minutos en visitar.

QUIRIGUÁ

Quiriguá es un sitio arqueológico maya a orillas del río Motagua. Está ubicado en el municipio de Los Amantes en el departamento de Izabal, muy cerca de la frontera con Honduras. Está considerado Patrimonio Cultural Mundial. Es del estilo arquitectónico de Copán y la historia de las dos ciudades está muy ligada, sin duda por su proximidad (50 kms). La importancia del sitio radica en la riqueza de su escultura, incluyendo los monumentos de piedra más altos del Nuevo Mundo. Se trata de unas estelas o monolitos de piedra, de gran tamaño, en las que los mayas inscribieron textos jeroglíficos e imágenes de gobernantes que relatan toda la riqueza, poder y relación con los dioses que tenían. La estela más grande mide más de 10 metros y pesa 65 toneladas.

Nos contaron que las canteras se encuentran a 5kms de este sitio por lo que es difícil comprender cómo los mayas, sin rueda y sin animales, podían transportar estos enormes bloques.

Hacia la mitad de la Gran Plaza, encontramos un círculo de piedra en el suelo, un altar donde todavía en la actualidad se realizan ceremonias sagradas

También hay dos grandes zoomorfos que son figuras redondas, hechas igualmente de una pieza, que representan figuras de animales reales y mitológicos así como deidades y están perfectamente conservados. Son considerados como los más grandes bloques monolíticos tallados del mundo maya.
Hoy en día las estelas y zoomorfos han sido cubiertos con techos de paja para evitar su deterioro.

Más adelante encontramos una estructura escalonada que conduce hasta la acrópolis y el juego de pelota.

Más adelante encontramos una estructura escalonada que conduce hasta la acrópolis y el juego de pelota.

El juego de pelota entre los mayas era, además de un juego, un rito importante dentro de su cosmovisión, ya que la pelota representa el curso del sol sobre el cielo en su recorrido diario.

La verdad es que Quiriguá nos sorprendió porque a pesar de no ser tan conocida como otras ciudades mayas, es muy interesante.

Tras 2 horas más de carretera llegamos a Puerto Barrios y fuimos directos a la Terminal marítima para embarcar hacia Livingston.

En la terminal nos despedimos ya de Byron y . Es un excelente conductor y mejor persona, lo recomiendo totalmente. El trayecto privado Antigua/Puerto Barrios (6,30h) nos costó Q1200 (129€) los dos. Se puede llegar también por carretera a Livingston, pero serían muchas más horas de viaje, así que merece más la pena hacer este trayecto por mar. La lancha colectiva vale 35 Gtq (4€) por persona, pero no sale hasta que hay al menos 6 personas y la privada 125Gtq (14€) por persona. Nos decidimos por esta última opción para no perder tiempo.  La lancha tarda unos 30 minutos en llegar a Livingston atravesando la Bahía de Amatique.

Por el camino el lanchero paró porque nos encontramos una familia de delfines que fueron saltando alrededor de la lancha un buen rato. Fue precioso verlos.

LIVINGSTON

Al llegar a Livingston el único medio de transporte que encontramos para ir al hotel fue una vieja, sucia y destartalada pick up que nos cobró 20 Gtq (2€). Al hotel se puede llegar caminando si no tienes tanto equipaje como nosotros. El hotel que había escogido por tener la calificación de fabuloso (???) en Booking, era La Casa Escondida (1n) habitación Deluxe 43€ sin desayuno. A pesar de haber reservado la habitación deluxe, que solo hay una, nos pareció cutrecilla, el baño muy pequeño y básico, aunque la habitación tiene unas vistas espectaculares.

En realidad, es más un guest house que un hotel. Al final nos encariñamos con el sitio por la amabilidad y porque conocimos a otra pareja, de Argentina, con los que pasamos buenos momentos.  La verdad es que el hotel hace honor a su nombre porque está bastante escondido, cuesta encontrarlo.

Después de instalarnos nos fuimos a recorrer el pueblo

Livingston: pertenece al departamento de Izabal y limita al norte con Belice y al sur con Honduras. Los liberales guatemaltecos le pusieron este nombre en honor al legislador estadounidense Edward Livingston quien redactó el Código Civil de Luisiana cuyas leyes querían adoptarse en Guatemala por el gobierno liberal, cosa que nunca consiguieron. Livingston es un típico pueblo caribeño completamente distinto al resto de Guate y su población, los garífunas, que se asentaron en este lugar a mediados del siglo XVIII, proceden de la mezcla de antiguos esclavos africanos y aborígenes de varias regiones del Caribe. Se nota el ambiente distinto y el ritmo caribeño, música y despreocupación.

Cuándo ir a Livingston?

Por su clima tropical ecuatorial, Livingston presenta frecuentes lluvias a lo largo de todo el año, siendo julio el mes más lluvioso. Es el lugar más húmedo y lluvioso de todo Guatemala.

Qué ver en Livingston?

  • Siete Altares
  • Playa Blanca
  • Río Dulce

Qué comer en Livingston?

  • Tapado de pescados y mariscos en leche de coco.
  • Jocón, salsa de verduras
  • Paches, tamales de arroz o patatas.
  • Chichitos, tamales de maíz.
  • Hilachas, carne de res en salsa de tomate.
  • Ceviche

Aprovechamos para caminar conocer la zona y sacar dinero del cajero. Después fuimos a Happy Fish Travel, agencia de viajes y restaurante donde queríamos contratar las excursiones para el día siguiente. Al comentarles que queríamos hacer por la mañana el tour a Siete Altares y Playa Blanca y por la tarde el tour de Río Dulce nos dijeron que no era posible porque el primer tour regresaba cuando ya había partido el del río y que la única forma de poder hacerlo sería contratar el de Río Dulce en privado que nos costaría 600 Gtq, unos 70€, más los 150 Gtq del tour de la mañana. Eso nos pareció una barbaridad y dijimos que lo pensaríamos.
Como eran ya las cinco de la tarde y aún no habíamos comido, nos sentamos en la zona de restaurante para comer algo. Es típico de Livingston comer el Tapado que es un guiso con marisco y leche de coco pero la verdad es que a esas horas eso no nos apetecía nada y pedimos unos sándwiches y dos Gallos.(110 Gtq unos 12€)
De pronto recordé que antes de salir de España, yo había pedido información a una agencia de Livingston sobre esas excursiones y me habían dicho que era posible hacerlas por 215 Gtq, 25€ por persona, así que como allí había Wifi, busqué el email y sorpresa, era Happy Fish quien me lo envió. Me levanté de la mesa y me acerqué a la agencia mostrando el email. Empezaron a divagar y tras unas consultas y llamadas, decidieron que no tenían más remedio que respetarnos ese precio, así que finalmente contratamos para el día siguiente los dos tours por 25€ por persona.
Después continuamos paseando y viendo tiendas, pero las compras tampoco merecían mucho la pena, si vienes de Antigua, lo que ves allí ya no te llama la atención. La verdad es que el pueblo en sí no tiene mucho que ver, es más para hacer base y visitar los alrededores.

Tras el paseo cenamos en restaurante Margoth una langosta muy rica por $17. Mientras cenábamos cayó una tormenta impresionante. Luego compramos bebidas y nos fuimos al hotel porque no encontramos un sitio agradable para tomar una copa. De camino nos encontramos con nuestros amigos y al llegar al hotel compartimos gin tonic y experiencias. Nos fuimos a dormir pronto porque al día siguiente teníamos tour a Siete Altares y Playa Blanca y por la tarde traslado al hotel de Río Dulce

Día 6: Siete Altares, Playa Blanca, Río Dulce

Nos levantamos sobre las 06:30 para preparar el equipaje y desayunar tranquilamente porque a las 8:30 teníamos que estar en el muelle para hacer la excursión a Siete Altares y Playa Blanca. Después de la tempestad llegó la calma y tras la tormenta impresionante de la noche anterior, amaneció un día soleado precioso. Dejamos el equipaje preparado y fuimos a desayunar. El desayuno, aunque no estaba incluido en el precio de la habitación era barato y completo y lo mejor es que lo servían en una terraza preciosa rodeada de vegetación y con vistas a la bahía de Livingston.

DESAYUNO EN LA TERRAZA DEL HOTEL CASA ESCONDIDA, LIVINGSTON (GUATEMALA)

Cuando terminamos, hicimos el check out y pedimos un tuk tuk porque nos habían dicho que dejásemos el equipaje en las oficinas de la agencia en el embarcadero para que cuando llegásemos de la excursión, saliésemos directamente a hacer el tour del río y ya nos dejasen en el hotel que teníamos reservado en Río Dulce. Así lo hicimos y después embarcamos en un bote para ir a Siete Altares y Playa Blanca. Éramos solo 6 personas, una pareja de franceses, nuestros amigos argentinos y nosotros.

Nada más salir nos sorprendió ver una estatua en una islita en medio del mar. No supieron explicarnos muy bien el significado, hay quien dice que representa al Salvador del Mundo, otros dicen que está dedicada al patrón de Livingston, no está claro, pero bonita es bonita y siempre está rodeada de aves. Se puede llegar a ella nadando, en kayak o incluso caminando dependiendo de la época en la que la visites.

Fuimos bordeando la costa de la Bahía de Amatique hasta llegar a Siete Altares. Lo primero que hay que hacer es entrar en el centro de visitantes y pagar la entrada, 20 Gtq por persona (algo más de 2€). El centro es realmente curioso, está en una palapa abierta y es muy auténtica, en una lado había una especie de altar con velas e imágenes y estaban quemando algo de un fuerte olor que por lo visto servía para repeler a los mosquitos, Palo Santo.

CENTRO DE VISITANTES SIETE ALTARES

Allí te recibe un auténtico garífuna, te cobra y te explica el recorrido que tienes que hacer, porque vas por tu cuenta, sin guía.

Siete altares fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2001. Parece ser que antiguamente era un centro ceremonial garífuna y que incluso se le atribuían al agua propiedades curativas. Son siete pozas de agua cristalina en las que te puedes bañar. El agua corre sobre grandes piedras hasta llegar al mar Caribe, precioso, sí, pero tienes que caminar sobre esas piedras resbaladizas por donde corre el agua para hacer el recorrido.

Primero se cruza la cascada grande, para lo cual hay una gran cuerda para agarrarte, pero a pesar de eso, impresiona.

Luego se sigue el recorrido por un lateral, siempre caminando sobre las piedras resbaladizas, hasta llegar a la última poza y cuando ya lo has conseguido, ufff, ahora vuelve por el mismo caminito.

SIETE ALTARES, LIVINGSTON (GUATEMALA)

Lo pasé mal, pero me alegré de haberlo hecho. Desde luego no lo recomiendo para personas que no sean muy habilidosas porque es muy fácil resbalarse y caerse. Recomiendo llevar escarpines o calzado de agua porque si vas descalzo te haces polvo los pies con las piedras.

El sitio es muy bonito, pero quizá no tanto como nos había parecido en las fotos que habíamos visto y es que, según nos contaron había llovido poco este año y llevaba poca agua, pero en cualquier caso, merece muchísimo la pena la visita.

SIETE ALTARES, LIVINGSTON (GUATEMALA)

Por fin salimos sanos y salvos y continuamos en el bote hacia Playa Blanca, que como su nombre indica, es de arena blanca y es casi privada porque solo se puede acceder por mar.

En toda la playa estábamos solo los seis de la excursión y los empleados de los chiringuitos que hay. Está bien montada porque tiene tumbonas, sombrillas, aseos, duchas, o sea, todo lo necesario. Nada más llegar una señora nos preguntó si queríamos encargar comida. Había dos menús, uno con pollo y otro con camarones. Elegimos el de camarones y cerveza por 90 Gtq (10€) por persona y lo encargamos para una hora determinada para poder disfrutar antes de la playa. Nos bañamos un rato, el agua estaba a buena temperatura y estaba limpia, pero no es el agua cristalina y azul de otras zonas del Caribe, esta es más bien verdosa. Después del baño, paseo por la playa y tomar un poco el sol, llegó la comida. El plato era bastante completo, camarones, arroz con frijoles, banana frita y un poco de ensalada. todo muy bueno. De postre nos pedimos un coco con ron, servido en el mismo coco por 30 Gtq (3,5€) y a las 14:30 salimos de regreso a Livingston. Se tarda una media hora en llegar y a las 15:00 ya estábamos en el muelle, recogimos el equipaje y después de despedirnos de nuestros amigos, que se quedaban allí una noche más, embarcamos en otra lancha para hacer el tour del río.

RÍO DULCE

El principio del río desde el mar es el recorrido mas bonito, muchísima vegetación, manglares, etc.

Hacia la mitad del recorrido paramos 20 minutos en Agua Caliente, que es una especie de palapa muy bonita, donde hay un bar y una poza sulfurosa de aguas termales donde te puedes bañar. El agua está caliente, sale vaho y huele fatal, a huevos podridos, por aquello del azufre, pero el bañito sienta bien.

Después de la parada continuamos, a ambos lados se veían pequeños embarcaderos y casas típicas de paja. Tras aproximadamente 2 horas de navegación, llegamos a nuestro hotel en el río, Hotel Tortugal. Bungalow Deluxe con cama extra grande 635Gtq (70€). El hotel tiene su embarcadero por el que se accede directamente al área de restaurante y bar donde también está la recepción. Hicimos el registro de entrada y nos acompañaron hasta nuestro bungalow por caminos que atravesaban toda una selva. Cuando llegamos a él, me encantó, en la entrada tenía un letrero con el nombre, «Casa Elegante» y desde luego que lo era. En el porche que rodeaba todo el bungalow, había mesa, sillas, tumbonas y hamacas. Una doble puerta de cristal daba acceso al interior que era bastante grande y con varios ambientes. Por un lado, la cama enorme, luego una zona con sofá, escritorio, una mesa con todo lo necesario para prepararte un café o té y luego integrado en la habitación pero separado por un muro decorativo, estaba el lavabo sobre encimera con un espejo y a continuación la puerta de acceso al baño con el inodoro y ducha de obra. Nos encantó porque estaba muy bien decorado todo.

HOTEL TORTUGAL, RÍO DULCE (GUATEMALA)

Nos duchamos y fuimos a cenar, menos mal que habíamos llevado una pequeña linterna porque el caminito de noche no estaba muy bien iluminado. En el restaurante había bastante ambiente pero no tardaron mucho en servirnos la cena que estuvo muy rica. Después nos tomamos unos gin tonics en el bar aprovechando el momento y la wifi para comunicarnos con la familia y después nos fuimos a dormir. Habíamos contratado con el hotel a un señor para que nos llevase a hacer una excursión por el río y el lago Izabal al día siguiente antes de que nos recogiera nuestro nuevo conductor para llevarnos a Tikal, así que había que madrugar otra vez …

Día 7: Río Dulce, Isla de pájaros, Castillo de San Felipe, Lago Izabal, Tikal

Amaneció un día precioso, cielo azul intenso y despejado. Empezamos la mañana con un buen desayuno en la terraza con vistas al río, después volvimos al bungalow, dejamos el equipaje preparado y fuimos al muelle donde nos esperaba el señor que habíamos contratado con su lancha para hacer el tour por la parte alta del río y el lago Izabal. Nos costó 300 Gtq, unos 40€, nada barato, pero si queríamos ver esa parte, no teníamos más remedio que pagarlo. El recorrido fue: isla de pájaros, isla tortugas (donde no vimos ninguna), luego recorrimos un brazo del río que me gustó mucho porque era más tranquilo, había nenúfares y varios hoteles pequeños como el Kangaroo, no sé cómo será el hotel, pero el lugar es idílico.

Salimos de allí y fuimos directamente al Castillo de San Felipe de Lara donde desembarcamos para visitarlo. El castillo es una fortaleza que está en una punta justo en la unión del río con el lago de Izabal. Es de 1651. Era fuerte militar, prisión y centro aduanero. Los barcos españoles salían de allí cargados de mercancías para traerlas a España y luego comercializarlas por el resto de Europa, era la principal vía de salida desde Guatemala al mar. Eso dio lugar a que pronto llegaran piratas para asaltarlos y el rey Felipe II ordenó la construcción de esta fortaleza para defenderse. En 1604 piratas ingleses y portugueses la destruyeron y fue el capitán Pedro de Bustamante quien ordenó su reconstrucción y bautizó con su nombre a la torre más destacada, la Torre de Bustamante.

El actual castillo se construyó en 1651 por orden de Antonio de Lara, a quien debe su nombre. A partir del S XVIII otros puertos americanos cobraron más importancia y la zona del Río Dulce perdió su importancia económica, por lo que el castillo fue abandonado en 1817 y quedó en ruinas. En 1955, se reconstruyó en base a documentos y planos que encontraron en el Archivo General de Indias, Sevilla (España).
Tiene varias dependencias, la despensa, la cocina, la tonera, la cárcel y arriba aún lo custodian 19 cañones apuntando hacia el río.

Desde sus torres hay unas vistas increíbles, se respira paz y tranquilidad y cuesta imaginar que un día fuese escenario de batallas y ataques de piratas.
El recinto del castillo tiene muchas posibilidades para pasar un buen día, se puede hacer senderismo y tiene playa. Lamentamos no tener más tiempo para poder disfrutarlo.
Volvimos a la lancha, dimos una pequeña vuelta por el lago y volvimos al hotel para recoger el equipaje, nuestro nuevo conductor, Humberto, nos esperaba a las 11 en el embarcadero del pueblo de Río Dulce. El hotel tiene servicio gratuito de traslado al pueblo, pero la lancha estaba ocupada y tardó como media hora en volver al hotel para llevarnos. El trayecto es muy corto, unos 5 minutos y hacia las 11.30 nos encontramos con Humberto. Me hacía ilusión conocerle por fin, porque llevaba meses comunicándome con él por whatsapp porque fue él el que nos gestionó todos los traslados.
No sé de dónde salió la nube, pero nada más desembarcar en el muelle empezó a diluviar. Dimos gracias porque habíamos podido hacer bien la excursión y llegar hasta el embarcadero con buen tiempo, pero la lluvia nos acompañó durante las 5 horas de trayecto hasta Tikal. Humberto nos iba explicando cosas del paisaje que íbamos viendo, por ejemplo, pasamos por una plantación enorme de palma africana, muy usada allí para hacer aceite, no sé si sabrán lo malo que es para la salud.
A mitad de camino paramos a comer en un restaurante tipo rancho, que está en lo alto de una montaña y tiene unas vistas espectaculares, en este caso, espectacularmente lluviosas, porque caía como si no hubiera llovido nunca. Comimos el plato típico, caldito de pollo, que, a parte del caldito, trae también la pata o la pechuga de pollo, no estaba mal pero tampoco era una delicia. La comida de los tres con cervezas salió por 300 Gtq, 40€.
Pedimos a Humberto que nos parase en un cajero porque nos habíamos quedado sin efectivo. Tomad nota, no todos los cajeros cobran la misma comisión, va desde los $3 que nos cobraban los cajeros de Antigua hasta los $6 que nos cobraron en los cajeros de Livingston y este último, ambos 5b.

Proseguimos la marcha después de la breve parada y enseguida llegamos a El Remate, que es el último pueblo que hay antes de llegar a Tikal y donde Humberto tiene un pequeño hotel. Saludó a su familia desde el coche con un pitido y pasamos de largo. A mí me hubiera gustado parar y ver el lago Petén, pero la verdad es que tal y como estaba el día no apetecía mucho, además teníamos ya unas ganas locas de llegar. El hotel que habíamos reservado estaba al lado de la entrada del sitio arqueológico, así que un poco antes de llegar a la barrera donde comienza el recinto de Tikal, Humberto nos explicó que teníamos que comprar las entradas allí y que, si queríamos ver el atardecer, el amanecer o los museos, había que comprar las entradas aparte y había que comprarlas ya porque en la misma entrada al parque no las vendían y la barrera está a unos 17 kilómetros, así que imposible volver al día siguiente a comprarlas. Aunque en un principio nuestra intención era ir a ver el amanecer, tal y como estaba el tiempo, empezamos a dudarlo. Al llegar a la barrera, paramos y fuimos a las taquillas. La entrada general cuesta 150 Gtq (18€), para ver el atardecer o amanecer son otros 100 Gtq (12€) y los museos 35 Gtq (4€). Ninguna entrada es reembolsable, así que decidimos no comprar las del amanecer porque según estaba el cielo, supusimos que al día siguiente iba a estar igual de cubierto o lloviendo y no se iba a ver nada y acertamos.
Volvimos al coche y antes de llegar al hotel, Humberto nos paró en una caseta donde están los guías oficiales para que negociásemos con ellos para la visita del día siguiente. Hablamos con uno de ellos y haciéndonos un descuentazo, nos lo dejaba en 300 Gtq (35€), y en ese momento me dio un ataque llamado “estoy harta de que me saquen el dinero” y le dije cuatro cosas: ¿cómo? ¿perdón? ¿Me estás diciendo que el guía me va a costar como las dos entradas al parque? De eso nada, ya lo veremos solos y muy digna me marché y volví al coche muy enfadada. El enfado se me pasó rápido en cuanto llegamos al hotel, era el Hotel Jungle Lodge Tikal (2n) 1360GTQ + 22%=1659GTQ o 190€, barato no era no, pero era precioso. Imaginaos bungalows en medio de la selva rodeados de una exuberante vegetación y cuando vi el nuestro por dentro, me encantó, todo nuevo, muy bien decorado y con todo detalle, sobre todo el baño que para mí es muy importante. Me había informado antes y había reservado un bungalow Premium porque eran los renovados y a los que no les cortaban la electricidad por la noche, mejor dicho, no toda, dejaban solamente la electricidad en los enchufes (esencial para los cargadores) y también una luz del dormitorio, pero bueno, eso ya era mucho para un sitio en el que a las 21:00 o lo más tardar a las 22:00 te dejan a oscuras. Nos explicaron que como la Wifi era por satélite y estaba cubierto, era probable que no funcionase muy bien. El estar en medio de la selva tiene sus ventajas, pero también sus desventajas.

Después de instalarnos salimos a cenar al restaurante del hotel. Se notaba que era temporada baja porque estábamos cenando solo siete personas. Los camareros eran amabilísimos y la comida, aunque no barata, tampoco era excesivamente cara y estaba muy rica.
Después de la cena, nos tomamos unos gin tonics escuchando los sonidos selváticos y nos fuimos a dormir pidiéndole a todos los dioses mayas que al día siguiente no lloviera, porque nos temíamos que como diluviase no íbamos a poder hacer la visita a Tikal.

Día 8: Parque Nacional Tikal

Qué llevar en tu visita al Parque Nacional de Tikal?

  • Repelente de insectos
  • Protector solar
  • Agua
  • Barritas energéticas, frutos secos, etc
  • Chubasquero
  • Ropa ligera y mejor si te cubre brazos y piernas
  • Zapatillas de deporte y calcetines

No paró de llover en toda la noche, pero cuando nos levantamos ya no llovía, así que fuimos a desayunar y nos dimos prisa para empezar la visita a Tikal antes de que los cielos descargasen el agua que los nubarrones anunciaban. Volvimos a la caseta de los guías a ver si nos bajaban un poco el precio y si no, lo haríamos por nuestra cuenta (hubiera sido un gran error porque como luego comprobaríamos, el guía en Tikal es absolutamente necesario, no ya porque te vaya explicando lo que ves, si no para no perderte porque Tikal es muy grande y no está muy bien señalizado). Hablamos con dos de los guías que estaban esperando clientes y de entrada les dijimos el precio que nos habían dado el día anterior pero que no pagaríamos más de 250 Gtq. Enseguida uno de ellos dijo que sí, que él lo haría y después de pasar por la mesa donde nos controlaron la entrada, comenzamos nuestra caminata por la selva.

TIKAL


Tikal está a 65 kms de Flores, a la que se puede llegar en avión desde la Ciudad de Guatemala de la que dista 530kms. Fue declarado Patrimonio Mundial Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1979. Es uno de los mayores sitios arqueológicos mayas. Los monumentos son del siglo IV a. C. pero alcanzó su esplendor máximo entre el año 200 y 900 d.C. En estos tiempos dominaba gran parte de la región maya y estaba muy vinculada a Teotihuacán en México. La particularidad de Tikal y lo que la hace más interesante aún con respecto a otras ciudades mayas, es su ubicación, totalmente integrada en una selva húmeda subtropical donde aún se pueden encontrar jabalís, monos aulladores, pumas y jaguares así como una infinidad de aves como por ejemplo tucanes y loros. Tikal significa «Ciudad de las Voces».
Juan, que así se llamaba el guía, nos contó que llevaba más de 30 años desempeñando ese trabajo y que conocía Tikal a la perfección.
Lo primero que quiso mostrarnos fue una especie de estanque, hoy seco, donde en su día había hasta cocodrilos y nos explicó que en la zona no había fuentes de agua y que los mayas subsistían gracias a la construcción de embalses como ese donde acumulaban el agua de lluvia. El depender de las lluvias y haber tiempos de sequía, pudo haber provocado el abandono de la ciudad.
Nos encaminamos ya hacia el interior del Parque Nacional. De pronto Juan se paró y miró a los lados del camino, le preguntamos que qué pasaba y nos respondió que le había olido a jabalí, uf, qué susto, pero por suerte, no apareció ninguno. Nos dijo que estábamos en la selva y que podíamos encontrarnos animalitos varios, como serpientes, felinos, jabalíes, etc., pero que como el día estaba de llover seguramente no saldrían. Mira, pensé, una ventaja de la lluvia.

Seguimos y vimos un árbol altísimo, era una Ceiba, el árbol nacional de Guatemala.

El primer sitio al que llegamos fue el complejo de las pirámides gemelas Q, dos pirámides idénticas situadas una frente a la otra rodeadas de pequeñas estelas y en el centro un altar de piedra como el que habíamos visto en Quiriguá.

No habíamos terminado de verlo cuando empezó el diluvio. Nos refugiamos debajo de un techado y sacamos el equipo anti lluvia que llevábamos, básicamente, impermeables y paraguas.
Continuamos y vimos una pirámide aún cubierta de vegetación. Juan nos explicó que, aunque quedaban muchas pirámides bajo la vegetación, nunca descubrirían todas porque eso supondría la de forestación de Tikal, fijaos la cantidad de ellas que tiene que haber como para acabar con esa inmensa selva.

PIRÁMIDE CUBIERTA DE VEGETACIÓN, TIKAL (GUATEMALA)

Seguimos los senderos que ya no eran de tierra, sino de fango y costaba bastante caminar por ellos hasta llegar al Templo IV, el más alto de todos (70m) y es la pirámide más alta de toda la región maya. Es famoso por las vistas que hay desde lo alto del templo y allí es donde se sube para ver el amanecer. Por suerte había parado de llover y pudimos subir, antes se ascendía por los propios escalones de la pirámide, pero ahora han construido una escalinata de madera en un lateral que hace bastante más fácil el ascenso, aunque cuesta, ¿eh? No os penséis que es fácil, que cansar, te cansas, pero merece la pena porque la vista desde arriba es espectacular. Imaginaos lo que es ver surgir un montón de pirámides por encima de la selva con el sonido de los monos aulladores de fondo. IMPRESIONANTE.

Vista de los Templos I, II, III y V desde el Templo IV o Templo de la Serpiente Bicéfala, Tikal

Después de estar un rato extasiados mirando el paisaje y haciendo miles de fotos, bajamos, seguimos el recorrido y llegamos a la plaza de la Gran Pirámide, donde vimos un coatí. Según nos explicó Juan, coatí significa “nariz larga”. Van en manadas cuando son jóvenes y en solitario cuando son adultos.

Continuamos y llegamos a la Plaza de los Siete Templos, estos templos fueron reconstruidos gracias a la intervención de Cooperación Española en el 2004 y según explicaba un cartel, fue un trabajo muy duro porque se tuvieron que remover miles de raíces de los grandes árboles que durante siglos crecieron sobre ellos.


Después llegamos al Templo V, donde de nuevo comenzó a diluviar y tuvimos que volver a refugiarnos bajo el techo que cubría los carteles que explicaban que también había sido reconstruido gracias a Cooperación Española, y donde también había una placa que ponía que la Infanta Cristina de España lo había inaugurado en 2003 tras finalizar los trabajos de reconstrucción.

Cuando paró de llover seguimos y atravesando la Acrópolis Central llegamos a la Gran Plaza que es la estrella de Tikal. El conjunto arquitectónico es espectacular, la Acrópolis Norte, complejo funerario, el Templo II o Templo de las Máscaras, de 38m, dedicado a la esposa del rey Jasaw Chan K’awil y justo enfrente, el Templo I o Templo del Gran Jaguar, de 47m, el gran protagonista de Tikal. En su interior se encontró la tumba del rey Jasaw Chan K’awil, con el tórax cubierto de jade según nos explicó Juan.

GRAN PLAZA, TIKAL

De allí fuimos directamente a la salida. Fueron 3 horas de caminata que merecieron totalmente la pena. Tikal es un lugar único y la pena fue que el tiempo no acompañara.
A la salida fuimos a comer algo a un comedor (los llaman así porque son más sencillos que los restaurantes) que hay frente a la entrada de los museos, resultó más barato que el restaurante del hotel, pero la calidad no se podía comparar. Después visitamos los dos museos donde se puede conocer más sobre la historia de Tikal y donde se pueden ver piezas de cerámica encontradas en el interior de las pirámides.
Luego dimos una vuelta por las tiendas de artesanía y nos quedamos de piedra al ver que cosas que habíamos comprado en Antigua, allí eran hasta tres veces más caras, por ejemplo, un Belén que compré en Antigua por 40 Gtq, allí nos pedían 150 Gtq y así todo. Lo único que compramos fue unos imanes con el Templo I, el típico, para regalar a la familia, porque eso sí que no lo encontramos en otro sitio.
Volvimos al hotel, todavía era pronto y nos hubiese gustado darnos un bañito en la piscina, pero, aunque no llovía, no apetecía nada, así que fuimos al bungalow, nos duchamos y fuimos a cenar pronto porque al día siguiente habíamos quedado con Humberto muy temprano para que nos llevase hasta la frontera con Belice.

Día 9: Traslado a Belice

A las 4 de la mañana me desperté con un ruido atronador en la puerta del bungalow, era un mono aullador, cualquiera salía a tomar el aíre…
A las 6 nos levantamos, preparamos el equipaje, fuimos a desayunar y a las 7:15 nos recogió Humberto para llevarnos a la frontera con Belice.
El trayecto duró casi 2 horas y como el paisaje tampoco era muy interesante, fuimos dando cabezadas todo el camino. Sobre las 9:00 llegábamos a Melchor de Mencos que es una de las fronteras entre Guatemala y Belice. Nos bajamos del coche y entramos en una caseta de inmigración para hacer la salida de Guatemala, el trámite no llevó más de 10 minutos. Volvimos al coche, recorrimos una corta distancia y nos bajamos otra vez, pero ya con el equipaje. Pagamos a Humberto 3000 Gtq, unos 350€, Q1600 por los trayectos Río Dulce/Tikal (5h), Tikal/Melchor (2h) y Q1400 por el trayecto Melchor/Belice City (2h), que, aunque lo hacía otro conductor, él se encargaba de pagarle. Solo para dos personas sale caro, saldría bien yendo más, pero bueno, la comodidad se paga.

Allí nos despedimos de Humberto y de Guatemala, un país que nos había encantado tanto por lo que habíamos visto como por su gente que es realmente maravillosa.

Puedes ver el vídeo del viaje pulsando en la foto –>

Espero que te haya gustado y te ayude a preparar tu viaje a este precioso país, si es así o tienes alguna duda, puedes dejarme tu comentario. Muchas gracias por la visita!

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